De todos es conocido, que es mejor prevenir que curar, por ello, sobre la base de que el tiempo también pasa para los edificios y sus instalaciones, teniendo en cuenta de que se trata de la principal inversión de nuestra vida, deberíamos prevenir y evitar el deterioro progresivo del mismo, en todo aquello que esté en sus manos y en la medida de lo posible.
En este sentido y para poder tener datos objetivos que a lo largo del tiempo serán necesarios, proponemos la creación del libro del edificio, que procure de forma periódica los mantenimientos preventivos, y correctivos en su caso. |